¿Cómo puedo simular una máquina de escribir en Ubuntu?

Nuestra Doctrina Justicialista se ha distinguido por saber interpretar los cambios revolucionarios que los tiempos requerían. Esto no es así por gracia divina, pues nuestro Movimiento está formado por Hombres. Esto es así pues su Conductor hace por designio del Pueblo. Él ejecuta lo que el Pueblo decide.

En esto hemos mantenido siempre una conducta que por simple no deja de ser admirable. Pero nuestra capacidad también ha estado en otra cosa: en estudiar el pasado para comprenderlo, reinterpretarlo y fundamentalmente entender su dinámica para evitar cometer los mismos errores. Esto es así, porque no todo lo nuevo es siempre bueno; existirán situaciones en la cual una correcta aplicación de lo anterior será lo que alimente y logre un éxito venidero.

Un ejemplo suele aclararlo todo, como decía Napoleón.

Han de saber ustedes que los sistemas informáticos tuvieron como primer medida y sentido el potenciar enormemente los cálculos aritméticos, pero con el desarrollo de amplias memorias y de circuitos microelectrónicos de potencia, rápidamente se fundaron desarrollos que habrían de repercutir la técnica humana en otro aspecto, el de la escritura.

Esto es así por el advenimiento de los procesadores de texto, excelentes programas que permiten el uso de una computadora para escribir, dar forma y estructurar el texto. No solamente en ello quedó la cosa: el software aplicado a la escritura permite corregir, alterar, intercambiar el texto, y actualmente gracias a la telemática, transmitir las ideas a cualquier lugar del globo con un mínimo esfuerzo.

Pero lo bueno siempre quiere mejorarse, y a las buenas ideas siempre suelen tomarlas los zonzos. Estos son los que quieren dotar a una buena herramienta de chirimbolos, para hacer lo que uno no necesita. Así, un procesador de texto, como he mencionado, es un tipo de programa que, de operar normalmente, nos fuerza a una fuerte estructuración del texto. De tal manera se adoptaron softwares «engordados» que no hacen más que molestar a quien escribe. No regañemos de algo típico del hombre... verán que cuando un hombre no tiene nada que hacer y de lo que él haga depende de lo que coma, inventará cualquier clase de boberías. Sucede en el periodismo como sucede en el desarrollo de un Software.

En la escritura, afortunadamente, la pieza vital no es el sistema, ni un clip molesto, sino el individuo que está ejerciendo su acción creadora. Por ello, en ciertas ocasiones será mejor contar no ya con un procesador de texto que nos moleste, sino con una simple máquina de escribir que nos acompañe y permita concentrarnos en plasmar nuestra escritura directamente en el papel. En estos tiempos que corren, sólo así lograremos terminar con un trabajo como el Pueblo quiere.
Indudablemente que una máquina de escribir constituye en estos tiempos una tecnología superada por la destreza de los bits. Pero aún así, no deja de tener cierto sentido: nadie niega que el continuo clac-clac de su operación provee la sensación de un logro mecanizado...

Por ello vengo hoy a recomendarles FocusWriter, una simple aplicación escrita en para QT y creada para permitirnos escribir en nuestro sistema Libre cualquier tipo de textos, emulando aspectos clásicos de una máquina de escribir.

Para instalarlo en nuestro Ubuntu, simplemente abrimos una consola Terminal con Ctrl+Alt+T e ingresamos el siguiente Comando de Organización:

sudo apt-get install focuswriter libsdl-mixer1.2 hunspell

Tras ingresar nuestra contraseña de Conductor, se descargará el paquete del programa. Podremos ejecutarlo yendo a Aplicaciones / Oficina / FocusWriter.

Ahora bien, el programa es un muy simple editor de texto, pensado para enfocarnos al cien por ciento en la escritura. Nos presentará para su operación una interfaz completamente limpia en la cual ya podremos empezar a escribir sin mas.

La barra de botones con comandos sólo aparecerá en pantalla si posamos el cursor del ratón sobre la parte superior de la pantalla. Desde el menú Configuración / Idioma podremos modificar dicho aspecto.

Si queremos incrementar la máxima experiencia en el manejo de una antigua maquina de escribir, podremos utilizar la opción Temas para alterar el aspecto visual. Por ejemplo, podríamos escoger una imagen de fondo. Yo he simulado un escritorio o mesa de madera simplemente descargando una imagen de dicha textura.

Una opción muy reconfortante es la del sonido, pues desde el menú Configuración / Preferencias se nos abrirá un cuadro, dentro del cual - en su solapa General - podremos activar los sonidos típicos de una máquina de escribir, incluyendo el retorno de carro al presionar la tecla Enter.
Asimismo, desde Configuración / Temas podremos adaptar el estilo visual del programa. En ello podríamos definir el color de papel, el tamaño de los márgenes, etcétera. 


Lo ideal también podría ser escoger alguna tipografía libre monoespacio similar a las aplicadas por las máquinas de escribir, como Nimbus Roman No9 L. En dicho particular, puedo recomendarles utilizar un interesante paquete con tipografías de máquinas de escribir, que podrán descargar desde la Terminal, con el comando:

wget http://www.freedesign4.me/files/typewriter-font-pack.rar

Esto les descargará un fichero comprimido, que al descomprimirlo nos presentará varios tipos de letras de máquinas de escribir. Podremos instalar los que querramos simplemente abriendo la tipografía y presionando el botón Instalar.
Dentro de este paquete, os recomiendo Underwood Champium, tipografía de las pesadas máquinas «portátiles» que para los años 30 manufacturaba la Underwood Typewriter Company en Nueva York y Connecticut.

Los temas son ampliamente versátiles y nos permiten configurar, si tenemos éxito, varios estilos visuales.

Por ejemplo, podríamos configurar un viejo monitor IBM 5155, y si configurarmos los archivos de sonido keyany.wav y keyenter.wav en la carpeta /usr/share/focuswriter/sounds/, podremos tener el sonido de un clásico teclado IBM Modelo M.
Incluso podremos emular una vieja terminal teletipo con su impresora de bola,, de la misma manera.
Al llevar el cursor del ratón a la parte inferior de la pantalla veremos que podremos utilizar varios archivos a la vez, y contaremos con un contador de palabras, un reloj, y un programador de actividad diaria (si queremos trabajar como escritores «a la vieja usanza».

Asimismo, al posar el cursor sobre la parte derecha e izquierda nos encontraremos con un editor de escenas (de estilo dramaturgico), y una barra de desplazamiento vertical (scroll) normal.