La Tercera Posición

En su excepcional Actualización Doctrinaria, Juan Perón explica la 
Tercera Posición del software resignificando el lenguaje y chocando 
frontalmente con el discurso vacuo que proponen los dos grandes 
imperialismos: para el Justicialismo, Piratear es Libertar.
(...)
Ya no caben dudas para nadie que el Justicialismo ha presentado al país 
una solución Argentina para los problemas argentinos: la felicidad de su 
Pueblo fundada en sólidas bases de Justicia social e independencia 
económica como claros puntos de apoyo de la grandeza de la Patria. La 
felicidad y el bien común son - por obvios motivos - objetivos a los que 
hemos de aspirar en todos los ámbitos de la vida.

El Software Libre se basa en cuatro libertades interrelacionadas: la de 
usar el programa, ver su código (y modificarlo), copiarlo, y 
distribuirlo a la Comunidad. Por contraposición, el mundo capitalista ha 
entendido que estas libertades deben ser cercenadas por medio de 
licencia-acuerdo de usuario final (EULA), conformando un software 
privativo, en el cual sólo propugnan el uso del programa, evitando todo 
lo demás.

Nadie puede negar que el Capitalismo, que trae consigo la empresa, la 
maquina, ha modificado extraordinariamente la actividad de las 
comunidades. Si dice que en los 2 siglos de acción del capitalismo el 
mundo ha progresado mas que en los 10 siglos precedentes, aunque 
invariablemente ese progreso ha gravitado sobre las espaldas de los 
Pueblos que han vivido sacrificados y miserables. Llegamos a este 
momento en que se ha reproducido una gran Revolución con aspiraciones de 
ser mundial, la revolución Rusa. Un sinnúmero de revoluciones han 
explotado en el mundo como reacción a ese sistema capitalista que impone 
el sacrificio de los pueblos para el avance científico.

Se hace necesario hoy ofrecer a los Pueblos la posibilidad de trabajar 
felices con un grado suficiente de dignidad para un progreso 
técnico-cientifico que quizá no sea tan grande como ha venido asegurando 
el capitalismo, pero que por lo menos que no recaiga sobre el sacrificio 
de nadie. Pueblos felices trabajando por la grandeza de un mundo futuro, 
pero sin sacrificio y sin dolor. Que eso es lo humano, es lo natural, y 
también lo científico. Ha de haber una tercera posición, donde el hombre 
en una Comunidad que se realiza, pueda también realizarse él como Ente 
Humano. Esa es la verdadera concepción Justicialista, tan distante de 
uno como de otro imperialismo dominante.

El Software Libre se presenta a sí mismo como la máxima solución 
doctrinaria, pues propugna el nivel máximo de libertad. Sabemos bien que 
en las Doctrinas Liberales, la libertad por la libertad misma no suele 
ser pródiga en objetivos, mucho menos en resultados, y suele 
confluenciarse como excusa para la estratificación social. El software 
libre planteado en sus 4 libertades tiene el inconveniente de crear una 
clase privilegiada por sobre el resto de los hombres: el programador. El 
programador cuenta con la capacidad de modificar el programa y 
alterarlo, siendo sólo el depositario de la libertad total y soslayando 
al resto de la Comunidad bajo su pretendido manto protector. Demás está 
decir que de esas avivadas conocemos bastantes en el Justicialismo.

Mas bien dentro de nuestro Movimiento preferimos a la Libertad 
encuadrada en la Justicia y la Soberanía. En la política como en la vida 
es poco lo que podemos hacer solos. El tejido social es el ámbito 
natural del ser humano, y es en el donde ha de mancomunar sus energías 
para provocar los cambios positivos que todos anhelamos.

Esto también tiene su representación en el software. Un software 100% 
libre pero que no busque la felicidad de todos, responde mas bien a un 
libertinaje, y como tal será, indefectiblemente, evitado por la Masa.

Uno de los principales problemas que el Justicialismo ha encontrado en 
el software 100% libre radica en que no es 100% libre de problemas. La 
inexistencia de cierto software específico muy difundido, o la ausencia 
de controladores 100% efectivos y su consecuente reemplazo por 
sucedáneos mal escritos, la inexistencia de aplicaciones de recreación 
lúdica de calidad, nos recuerden que la Realidad Efectiva ha sido 
siempre mas importante que la Libertad teórica, y ello es lo que no han 
sabido comprender nuestros enemigos de siempre. Quien así no lo entienda 
estará sólo destinado al olvido.

Por ello cada Justicialista simplemente ha de hacer consigo lo que desee 
para lograr su propia felicidad y la de la Comunidad que lo cobija. Una 
licencia restrictiva no puede ser, bajo ninguna circunstancia, cadena y 
candado de un alma que propugna la Justicia Social. Tengan siempre 
presente que en los ámbitos del software esclavo, piratear es Libertar.

Recuerden trabajadores: el objetivo del software no ha de ser la 
libertad por la libertad misma, sino proporcionar la felicidad que todo 
pueblo merece por justo derecho.