¿Qué le pasó a Wordstar?


Una de las historias más interesantes de la computación es aquella que
rodea al procesador de texto dominante de finales de los 80s y pricipios
de los 80s: el Wordstar.

Los cerebros detrás de él incluyen al pionero de la industria Seymour
Rubenstein, quien mucho después desarrollaría un producto de planilla de
cálculo llamado Surpass que se convertiría en Quattro Pro.  Rubenstein
trabajaba para IMSAI a las órdenes de su mentor Bill Millard cuando se
topó con el programador de Ensamblador superestrella Rob Bernaby.  Luego
de su estadía con IMSAI y tras trabajar en un sistema bancario para la
Credit Suisse, Rubenstein decidió que era tiempo de comenzar su propia
compañía. Comenzó estudiando los informes de Datapro sobre procesadores
de texto dedicados y se decidió por montar una compañía de software.  La
llamó Micropro International.  Los dos primeros títulos en su cartera de
productos fueron un procesador de texto y un programa de ordenamiento,
en cuyo código trabajó Barnaby.  En sólo unos pocos meses, programando
ambos productos a la vez, Barnaby terminó Supersort y Wordsmaster, los
cuales se lanzaron en una exposición de computación en Nueva York en
septiembre de 1978. En ducha exposición Robenstein se hizo con $12.000 en copias del programa, lo que lo hizo decidir quedarse en la industria.

Los reportes de los distribuidores de Wordsmaster indicaron que existía
una necesidad de que se le integrara la impresión.  Los procesadores de
texto típicos de la época contaban con programas separados que uno debía
correr para imprimir los documentos luego de haberlos editado.  El
Electronic Pencil, unos de los primeros procesadores de texto modernos,
incorporó la impresión en el programa y los distribuidores querían que
el producto de Micropro hiciera lo mismo.

En octubre de 1978, un mes después de su presentación, Barnaby comenzó a
programar Wordstar con estas nuevas características. De acuerdo a
Rubenstein - quien seguía de cerca cuidadosamente el programa de Barnaby -
le tomó cuatro meses escribir el código de Wordstar. Esto fue realizado
en Ensamblador desde cero. Sólo se reutilizó un 10 por ciento del código
de Wordmaster. Esto incluía los algoritmos de buffer de texto. En cuatro
meses Barnaby escribió 137.000 líneas de código de Ensamblador a prueba
de balas. Rubenstein luego revisó con algunos amigos de IBM quienes
calcularon el trabajo de Barnaby como 42 años-hombre.

Unos años después cuando Epson deseó una versión portada especial de
Wordstar para su primera computadora portátil, la empresa reconoció que
le tomaría seis meses portar el código. Rubenstein les dijo que sólo le
tomó cuatro meses programar el producto de cero y recontrató a Barnaby
para realizar el portado a 100 dólares la hora. Rob terminó el trabajo
en tres semanas. De acuerdo a Rubenstein, Bernaby era el "genio loco de
la programación en lenguaje Ensamblador".

Durante esta era Barnaby - quien era en sí mismo un personaje,
acostumbraba en conducir una vieja y grande limpousina Rolls-Royce,
vestido como chofer. Era probablemente el programador más famoso de la
era.

Las ventas volaban para Wordstar y Micropro. El año fiscal de 1979 la
compañía ganó $500.000 dólares. Las ventas saltaron a 1,8 millones en
1980 y $5,2 millones en 1981. Entonces la compañía portó al producto de
CP/M a CP/M-86 y PC-DOS y lo lanzó para la IBM PC en abril de 1972 y las
ventas aumentaron vertiginosamente hasta los $23 millones. Llegaron
hasta los $45 millones en 1983. En 1984, justo cuando la compañía
entraba en la bolsa las ventas eran de $70 millones. En su momento, era
la compañía de softwware más grande de los EE.UU.

Dos meses antes de la oferta pública de 1984 el desastre golpeó a
Rubenstein.  Sin ser alguien a quien se lo consideraría alguien
tranquilo, Rubenstein sufrió un ataque al corazón.  Ya en 1980 había
cometido el error de traer a un socio capitalista que le fue presentado
por su cuñado.  Este tipo de combinación tenía escrito "mala idea" por
todos lados.  "Fue el mayor error que cometí en mi vida", dijo
Rubenstein.  El tipo era Fred Adler, quien envió a Fred Haney a la sala
del hospital de Seymour con un documento que Seymour tenía que firmar
convirtiendo todos sus acciones en acciones sin voto "si no la oferta
pública de acciones va a reventar". Rubenstein, quien todavía tiembla
cuando piensa en su roce con la muerte dice que estaba tan aterrorizado
por su ataque al corazón que no estaba en condiciones de discutir nada
con nadie.  Desde ese momento la compañía perdió su filo.  Haney, un
tipo ex- Sperry-Univac se hizo cargo como CEO a pedido de Adlers.

Fue durante este última época que una miríada de nuevos paquetes
llegaron a la escena de los procesadores de texto para dividírsela.
Volkswriter, Word Perfect, XYwrite, Word, Newword y una gran cantidad de
otros competidores comenzaron a batallar por la hegemonía.
Eventualmente Word Perfect llegó a la cima basada en su mejor programa
de soporte.  Un montón de escritorios profesionales preferían XTwrite.
Recuerdo cuando fui a trabajar pro primera vez en PC Magazine en 1986
encontré que la mayoría de la gente eran usuarios XYwrite con la
excepción de unos pocos usuarios duros de matar de Wordstar como Paul
Somerson.  Fue mucho después que XYwriter cayó para el momento que
WordPerfect dominaba la escena hasta que fue vendido a Novell, donde
languideció y fue eventualmente vendido a Corel.

Wordstar se encontró con todo tipo de problemas durante esta era. La
visión iriginal de Rubenstein para la compañía, que fue renombrada
Wordstar International, era lograr una suite completa de sistemas
integrados. A comienzos de los 80s la compañía lanzó Calcstar y Datastar
y los integró con Worstar en un sistema llamado Starburst. Jugué con
este paquete y era fenomenal para su era. Adler y compañía mataron esta
idea. De hecho, era la suite de "oficinas" original.

Mientras que Worstar era aún el mejor procesador de texto del mercado,
hasta mediados de los 90s carecía de un par de características que
enojaban a los usuarios. A medida que DOS fue mejorado y se le agregaron
rutas al estilo UNIX, Worstar no podía inicialmente soportar dichas
rutas. Peor aún no tenía tecla DESHACER. El código base para este
momento se estaba convirtiendo en código spaghetti y Barnaby no estaba
ya para arreglarlo. Peor, en 1985 la compañía produjo Wordstar2000, un
programa protegido contra copia que no tenía nada que ver con el viejo y
querido Worsdtar, y que contenia molestas caracteristicas de protección
que asustaron a la mayoría de los usuarios. Mientras que muchos
fanáticos incluyendo a Esther Dyson redijeron grandes cosas para
Wordstar2000, los usuarios lo terminaron rechazando. El producto era
grande y lento y caro. Y a pesar de las quejas de la compañia y de
otros, la gente quería software que pudiesen copiar y utilizar en más de
una máquina. Durante esta era la piratería vendía software y creaba
marketshare. La qente usaría copias ilegales de Worsdtar y eventualmente
compraría una copia. Wordstar puede haber sido el software más piratiado
del mundo, lo cual puede contarse como su éxito (las compañías de
software no le gustan admitir esta posibilidad. Los libros de Wordstar
se vendían como pan caliente, y los autores sabían que vendían
documentación para copias pirateadas de Wordstar. La compañía misma
debería haber vendido la documentación sola para icnrementar las ventas.
Esto era el aspecto "guiño-guiño" de la industria en ese momento, y
todos los sabían. De modo que cuando Wordstar 2000 arribó conuna esquema
de protección de copia todos deberían haber predicho su caída inmediata.
Para el momento que la compañía removicó la protección anticopia, era
muy tarde para salvarllo. Una curiosidad fue el lanzamiento de 1985 de
Wordstar 2000 para UNIX! Wordstar evolucionaría luego a Wordstar
Professional y Wordstar para Windows (los cuales lograron un seguimiento
de culto), pero fue una batalla cuesta arriba a pesar de su usabilidad
superior. La ventaja había desaparecido.

Wordstar, para mí, simbolizó la caida y el pensamiento barroso general
que se apoderó de la compañía. El código original de Wordstar fue
reemplazada por un clon de Wordstar llamado NewWord, que era como
Wordstar pero incorporaba Deshacer y otras funcionalidades. Mientras que
no estaba programado en el ensamblador a prueba de ballas de Barnaby,
funcionaba bien y mantuvo al producto con vida lo suficiente para que
Wordstar International vendiera todo a Softkey, donde el decline
continuó hasta que fue comprada por Corel. "Supongo que Corel desea
poseer todos los procesadores de texto difuntos en el mundo", se
lamentbo Rubenstein.

Wordstar fue el producto que inventó "lo que ve es lo que obtiene" luego
apodado WYSIWYG. Inventó numerosas características incluuyendo los
overlays, luego desarrolados en DLLs. Fue el primer producto con una
paginación dinámica e incluso niveles de ayuda entre otras
funcionalidades novedosas. todos los procesadores de textos le deben su
existencia a Wordstar, tal vez uno de los mayores esfuerzos únicos de
software en la historia de la computación.