EL TEXTO PLANO 
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En computación, "texto plano" refiere simplemente a "letras", o mas bien
cadenas de caracteres. Representa una manera universal y más bien
minimalista de almacenar y procesar información escrita.

El término viene del hecho que las primeras computadoras no "dibujaban"
las letras en sí en una pantalla, sino que daban uso a un código
numérico para definir las letras y caracteres. Estas resultaban impresas
en un dispositivo de impacto de acción electromecánica parecido a una
máquina de escribir eléctrica (las terminales teletipo). Las teletipo
poseían tipografía de ancho fijo, e imprimían por impacto a través de un
mecanismo de bola o agujas (aunque el de barras, como una máquina de
escribir, no fue extraño en principio). Mayormente carecían de recursos
como para "hermosear" el texto desde el punto de vista del diseño
tipográfico; se constituían más bien en herramientas pensadas
originalmente para mandar telegramas y télex.

Sin embargo, En la década del 50 y 60, esta funcionalidad limitado vino
de perillas para agilizar la operación de la segunda generación de
computadoras: en lugar recurrir a introducir bits a mano por medio de
interruptores y lucecitas en un incómodo panel, el teclado de la
teletipo permitía simplemente "escribir texto" como entrada, mientras
que la impresora integrada podía producir la impresión de la devolución
computarizada (la llamada "copia dura"). -.-

Ahora bien, el empleo de "secuencias de caracteres de impresión a ancho
fijo" ofreció un nuevo paradigma de uso a estas grandes y costosas
computadoras de los 60s; fueron el disparador de los sistemas operativos
multiusuario y multitarea (entre los cuales UNIX es uno con muchos
"hijos putativos"). Las redes de datos - incluida la Internet actual -
son consecuencia de llevar a escala global estos mismos experimentos de
laboratorio: la transmisión de secuencias de texto codificado.

De estas ruidosas terminales - en especial de la ASR33 - se conservan
intrínsecos muchos de aquellos comandos de VIM, EMACS, y que se
trasladan al empleo extendido de muchas Shells. EAl uso de las
combinaciones de tecla con Ctrl, y la ausencia práctica de ciertas
teclas en los intérpretes de comando actuales derivan de esto).

Pero además, el empleo del texto plano permitía la mayor economización
posible de recursos informáticos. Las primeras videoterminales hicieron
su aparición en los tempranos 70s con la novedad obvia: sacar ventaja de
un monitor de tubo de rayos catódicos con haz controlado por
microcontrolador de una forma tal que pudiese presentar en su refresco
una matriz de glifos. El texto aparecería en forma de matriz en la
pantalla.

En el caso de la documentación, el texto plano cuenta con la ventaja de
ser el "mínimo común denominador" del registro informatizado. Esto
implica que la enorme mayoría de las computadoras - incluyendo modelos
desfasadísimos - pueden operar con este tipo de registro,
compatibilizando en un todo el almacenamiento de la palabra y el código.
En especial, carecer de formato permite llevar al mínimo absoluto los
medios necesarios para su almacenamiento digitalizado, a la vez que
permiten trasladarlo de forma limpia entre distintos esquemas de
representación. En otras palabras, permite un registro puro y
estéticamente neutro.

Pero también debemos decir que "texto plano" es un término mas bien
restrospectivo: es en los años 80s que se acuña la frase se acuña, cono
diferenciador de una forma más novedosa que pronto cobraría cierta boga:
el "texto enriquecido". Este permitía sumar atributos al texto plano que
reinaba en las videoterminales, haciendo realidad nuevos grafismos
característicos del énfasis impreso: resaltados en negrita, subrayados,
y eventualmente cursiva. Con todo, el texto enriquecido permitía mayor
expresividad.

Con el avance de la tecnología de control de video computarizado,
finalmente se sumarían ya las tipografías proporcionales, de mayor
resolución y ahora si, capaces de emular la bella impresión de un libro.
Pero estos atributos, y la belleza de la autoedición en computadoras con
interfaces gráficas no desplazaría puramente a la utilidad del texto
plano.

Aún hoy este representa la posibilidad de la compatibilidad, y en la era
de las transmisiones y la obsolescencia de las aplicaciones, la
capacidad de conservación que retienen los documentos de texto plano
digitalizados no tienen parangón, manteniendo su relevancia
imperecedera.