#Los Padres Fundadores del Shareware

Cuando se afianzó titular los programas de computadora según el modelo
de derecho de autor (mediados de la década del 1970), pronto se hizo
evidente la necesidad de afianzar un nuevo método de distribución para
esta práctica editorial.

Asimismo puede servir para vertir luz sobre ciertas inconsistencias
observables en la historiografía de este fenómeno.

Me gustaría ofrecer una mirada a los comienzos del "Shareware" desde dos
perspectivas específicas. La primera sobre cómo se utilizó el concepto
de Shareware se como concepto de márketing (sin importar cómo se lo
llamaba), y en segundo lugar, incorporar variaciones al mismo.

La idea que la gente probara programas de computadora antes de pagarlos
se asentó en la mente de dos programadores estadounidenses casi al mismo
tiempo:Andrew Fluegelman y Jim Knopf.

## La aparición del concepto de Sharewaare

Andrew Fluegelman era un abogado californiano de cierto renombre, que a
su formación en leyes también sumaba una incipiente en el mundo de la
cada vez más establecida microprogramación hobbista de principios de los
80s.

A mediados de 1982 escribió un programa de telecomunicación para la
naciente microcomputadora rompedora de IBM, la PC, al que llamó PC-Talk.
Este programa permitía a la exitosa computadora potenciarse
significativamente ya que oficiaba de terminal normalizada, y permitía
plantear intercomunicaciiones locales entre computadoras, para compartir
ficheros a pocos metros de distancia utilizando una conexión de cable
serial cruzado a través de sus puertos de comunicaciones normalizados
("null-modem"). El PC-Talk no tardó en volverse un acompañante casi
obligado en las oficinas a las cuales iba destinada esta máquina;
permitía compartir recursos de cómputo entre varias máquinas, logrando
ambientes de trabajo más colaborativos donde la fuerza provenía de la
unión a través de las computadoras PC. Pero esto no era lo único: además
podía controlar varios módems y expandir la telecomunicación a sistemas
de datos remotamente accesibles a través de líneas telefónicas.

Por sobre estas características utilitarias y técnicas, su programa se
distringuía por la manera inusual por la cual Fluegelman decidió
distribuirlo. Ya para principios de los 80s se encontraba establecido el
concepto del "software como propiedad intelectual", donde los programas
acarrearían las mismas restricciones que decían proteger al mercado
editorial: la prohibición acérrima de la copia no autorizada, y el
licenciamiento para sólo uso personal. Pero los usuarios de PC-TALK no
solo podían copiárlo en su computadora y probarlo de buena fé de manera
gratuita, sino que su autor también les autorizaba e incentivaba para
que realizasen copias en computadoras ajenas. Unas instrucciones
incluidas en la pantalla simplemente solicitaban que - si el software
les era de su agrado y lo continuaban utilizando - que lo abonaran. Por
entonces era una práctica de negocio novedosa, ya que el método
tradicional se había hecho el vender el software "a ojos cerrados",
impulsado por anuncios en revistas especializados o períodicos que
fungían de meras promesas de funcionalidades.

Esencialmente, como la PC podía copiar diskettes, cualquier usuario
podía conseguirse el programa por el costo de un diskette virgen de
360KB (ya sea enviándolo al autor por correo, o bien a través de
cualquier otro usuario que lo tuviese.

Sin embargo, Fluegelman no fue el único con esta idea.

Jim Knopf era un programador del estado de Washington empleado por IBM,
que ya por entonces hacía algo similar. Hacía un par de años había
escrito por cuenta propia en ensamblador de computadoras hobbistas - y
bajo el seudónimo de "Button" - una serie de microprogramas de
etiquetado de correos. Estos estaban pensados originalmente para ayudar
a organizar una colectividad religiosa en Seattle. Con el tiempo, estas
pequeñas rutinas fueron evolucionaron gradualmente hasta conformar una
base de datos completa para la máquinas provistas de CP/M, al que
bautizó colectivamente como EASY-FILE.

Con la aparición de la más potente PC y su DOS, Button emprendió el
portado bajo el sello que decidió crear, ButtonWare. El resultado fue
incluso mas alentador, pues la base de datos corría en toda PC
compatible y lo hicieron pensar en distribuirlo en grande. Pero sólo
transcurrieron meses para que Knopf comprendiese los costos que
implicaba el comercio del software privativo. La onerosa edición e
impresión del manual únicamente comprendía una fracción pequeña de la
ecuación: debía hacerlo disponible a través de canales de distribución
no asegurados o muchas veces inexistentes, y además con muy escasa o
nula capacidad para convenir tratos específicos con los vendedores. En
otras palabras, si no deseaba afrontar ventas unitarias por correo, se
vería obligado a industrializar la copia, gestionar y pagar góndolas,
dar con establecimientos de comercio y lograr reaseguros de depósito, o
bien comisionar agentes de venta directa (práctica por entonces común en
cualquier emprendimiento editorial).

En vista de esto decidido - al igual que Fluegelman - ofrecer su
software gratuitamente incluyendo una solicitud electrónica para que los
usuarios compartieran el programa directamente con quienquiera que
quisiese una copia. También solicitaba una donación opcional si el
programa les había parecido útil.

Sin duda el costo nulo de reposición de copias llevó a promover bastante
esta base de datos entre otras opciones comerciales tradicionales, de la
cual el dBase II de la poderosa Ashton-Tate era el principal exponente
para MS-DOS en la época. En poco tiempo las órdenes por correo de su
programa le hicieron ganar a Button unas diez veces mas de lo que hacía
en IBM.

###Unidos o dominados

Fue a finales de 1982 que uno de los encantados usuarios del EASY-FILE
de Button decidió pagar también su copia del PC-TALK de Fluegelman. El
buen samaritano notó que ambos programas se manejaban bajo términos
similares, ya que ambos autores solicitaban "donaciones opcionales" y
"compartir" el programa con otros. Contactó a Button mencionando esta
coincidencia, y a éste le entró la curiosidad, por lo que decidió
contactar a Andrew Fluegelman y ambos discutieron sobre sus métodos para
distribuir el software.

Ambos habían arribado a la idea de incentivar a la gente para que usara
sus programas - ya sea en sus propias computadoras compatibles, o bien
probándolos de manera invitada en máquinas ajenas, y determinar si
deseaban seguir utilizándolos. Ambos estuvieron de acuerdo en que esto
les permitía llegar a más gente y evitar la fricción que por entonces
implicaba la distribución - el hecho de poner una copia editada en
góndola comercial - máxime cuando estas eran muy escasas aún. A
principios de la década de 1980 existían pocos comercios especializados
en software y mucho menos en software para microcomputadoras. En su
visión, si el programa se distribuía efectivamente, lo más difícil ya
estaba hecho, por lo que valía la pena dar todo lo demás al cliente. Se
recurriría a una especie de compromiso con el usuario, un "código de
honor".

Una diferencia fue que Andrew Fluegelaman vendía su software bajo el
término "Freeware" como un experimento en economía (había registrado el
término como marca comercial de su propiedad), mientras que Jim Knopf
usaba el término paraguas de "software apoyado por el usuario", con un
sentido altruista.

Mas allá de esto, las coincidencias eran tantas que en privado acordaron
mutuamente seguir tres políticas cooperativas:

* Cada uno referenciaría el programa del otro en su documentación en una
forma de publicidad no tradicional. * Knopf cambiaría el nombre original
de su programa a PC-FILE, para cobrar relevancia de hermandad con
PC-TALK. * Ambos acordaron el precio de la donación voluntaria en
U$S25.00, un precio contenido si se considera el precio de los paquetes
utilitarios.

Fluegelman en particular podría alardear de una ventajosa plataforma:
para 1983 se había convertido también en director de la novedosa revista
PC World, apuesta editorial pronta a salir a prensa. Su nobleza lo
obligó a meritar las bondades del PC-FILE de Jim en el primer número de
marzo de 1983. Su análisis abonó el interŕes por la base de datos,
estableciéndola rápidamente entre los ávidos usuarios de la PC,
potenciando finalmente al ecosistema PC, a la vez que racionalizaba los
precios.

##Una variante

A comienzos de 1983, Bob Wallace había abandonado su lugar como
programador en la compañía estrella del microcómputo, Micro-Soft, y con
U$S 15.000 en el bolsillo se dio a la idea de dedicarse a una compañía
propia - QuickSoft - con un cariz menos comercial.

Con ella decidió publicar un procesador de texto bastante competente
para MS-DOS, al que llamó PC-WRITE.

Wallace había sido testigo de primera mano de las agresivos manejos
técnicos y tácticas de degüello comercial que ya habían hecho famosa a
la Micro-Soft de Bill Gates y Paul Allen. En particular, decidió ofrecer
su creación utilizando el método de distribución puesto en práctica por
Fluegelman y Knopf. Bob comenzó a referir a esta modalidad con el
término específico de "Shareware" ("Software para compartir"). Era
novedoso dar inicio a una compañía impulsando su producción a través del
concepto tal de mérito indirecto.

Normalmente el programa se copiaba libremente, y debía abonarse
opcionalmente una donación de U$S 25 luego de utilizarlo. El espíritu
onírico del paquete se completaba con la posibilidad de obtener el
código fuente para modificar - y eventualmente traducir - los módulos
del programa.

Sin embargo, además de actuar como lo hacían Andrew Fluegelman y Jim
Knopf, Bob Wallace introdujo un nuevo retrúecano a la operación. Si bien
Bob Wallace solicitaba compartir el programa con otros y una donación
opcional para su PC-Write, ofrecía un incentivo adicional para
compartirlo. ¿Cuál era el incentivo de compartir el programas con otros?
¡Obtener una comisión!

Se trataba de un giro de comercio sumamente llamativo que funcionaba
bien para tanto para Bob en Quicksoft, y otros usuarios registrados de
PC-WRITE. Estos también podían elegir donar una cantidad de U$S 75 luego
de usar el mismo. De proceder con esta cantidad, QuickSoft otorgaba un
manual bellamente ilustrado por una artista local - primer empleada de
QuickSoft y luego su esposa - junto con un número de serie personalizado
para que el usuario ingresaba en la pantalla de inicio del PC-Write.
Este usuario podía a su vez regalar copias de su copia registrada de
PC-WRITE (incluyendo su número de registro); si cualquiera de los que
tenedores de copias decidía donar también luego de usar el programa, se
les solicitaría el número de serie del beneficiario y de esta forma el
usuario original recibía por correo una comisión en forma de cheque no
endosable.


##Una buena idea, pero ¿Cómo la llamamos?

A finales de 1983, Andrew Fluegelman, Jum Button y Bob Wallace
distribuian software bajo un concepto similar. La premisa era la misma:
la persona usaba una copia gratuita del software para probarlo, y si le
era de su agrado se veía conminado por un "código de honor" a abonar un
pago en forma de donativo. También se le pedía que copiase el programa
como lo viese conveniente, para promover la evaluación entre seres
queridos y asociados.

Sin embargo, estos pioneros llamaban de maneras distintas a sus métodos
de distribución. Para Fluegelman era "Freeware". Jim "Button" Knopf lo
llamaba "software apoyado por el usuario", mientras que Bob Wallace
bautizó la práctica con la palabra inglesa compuesta "Shareware".

Existen razones válidas por las cuales "Button" y Wallace no quisieron
usar el término de Fluegelman. En primer lugar, Andrew Fluegelman había
registrado el término Freeware a su nombre, y por lo tanto los demás no
podían usarlo sin - en el mejor de los casos - tener que reconocerlo.

Los usuarios de las primeras PC buscaban un término estandarizado para
referirse a esta nueva forma de mercadeo para la distribución. Les llevó
un tiempo llegar a ella, pero eventualmente lo hicieron.


##Definir es compartir

Una vez más, cerca del mismo momento histórico, otra individuo aparece
en escena. Se trata de Nelson Ford, programador y miembro altamente
respetado de la "Comunidad PC" de los EE.UU. En particular, Ford era
columnista de la revista PC-Softalk. también había sido el fundador de
la Biblioteca de Software Público (PSL).

Esta operaba como una asociación interesada en la distribución de
software de dominio público para microcomputadoras, originalmente en
formato de cintas de papel perforado desde el área de Houston, Texas.
Para 1983 con el sólido establecimiento de las PC, el método había
girado hacia sus diskettes compatibles, y la PSL era una manera
excelente de obtener programas en diskette.

Nelson había hecho pequeñas contribuciones comerciales de software,
incluyendo programas de baraja inglesa como CardShark Hearts, CardShark
Spades, y CardShark Bridge Tutor, pero comprendió especialmente el
problema que se le podría presentar al usar el término registrado como
marca de "Freeware".

Para 1983 "Freeware" ofrecía una connotación de gratuidad confusa con la
propugnada por los adherentes del ya declarado "Movimiento del Software
Libre" que aduce a software que se puede copiar, alterar, distribuir y
ejecutar bajo paradigmas de libertad, sin que el concepto de gratuidad
esté necesariamente incluido en esta ecuación para el cómputo de una
sociedad libre.

Fue así que decidió llevar a cabo un concurso y dejar que los usuarios
sugirieran un término alternativo que pudiese usarse en su lugar. Y la
palabra ganadora fue "Shareware". En principio esto preocupó a Nelson,
ya que conocía que era un término utilizada por Bob Wallace, por lo que
decidió consultarlo.

>Si, me acuerdo que yo había comenzado a usar el término Shareware antes
>que Nelson hiciera su concurso. Luego del concurso, me llamó. Me dijo
>que sabía que yo había estado usando el término "Shareware", y si no me
>importaría el hecho que él también lo utilizase. Nunca tuve la
>intención de registrarlo como marca comercial, de modo que le dije a
>Nelson que lo usara como concepto y no como marca. Por entonces me
>parecía una buena idea a la que debía dársele continuidad mediante un
>término que pudiese resonar con la gente". - Bob Wallace.

A partir de entonces, autores de programas tuvieron un término
"estandarizado" que podían utilizar para referir al concepto para vender
sus programas de software. Es por esto que se adjudica el uso de la
palabra "Shareware" a Bob Wallace. Desde entonces, muchos autores han
vendido copias de su software bajo el concepto del Shareware. De los
"Padres Fundadores" originales, fue "Button" el primer converso al
término "Shareware" con sus creaciones, dejando de lado su poco
explicativo "software apoyado por el usuario".

En conclusión histórica, la base de datos PC-FILE de Jim Knopf fue
lanzado con muy poca posterioridad al programa de comunicaciones PC-TALK
de Andrew Fluegelman, pero sin embargo se publicó antes que el
procesador de texto PC-WRITE de Bob Wallace. A la vez, Bob Wallace fue
el primero en utilizar el término "Shareware" con su producto. Jim
"Button" en cambio lanzó su programa bajo la terminología de "Software
apoyado por el Usuario", y fue sólo posteriormente que empleó el término
"Shareware".


>En su pico en 1991, QuickSoft de Bob Wallace empleaba más de 30
>personas y hacía más de 2 millones de dólares anuales en ventas de
>software, con más de 45.000 usuarios registrados. La idea de la
>comisión funcionó bastante bien incluso en el extranjero, y permitió
>movilizar clubes y editores de Shareware que directamente podían hacer
>diferencia. Teniendo en cuenta la duración en góndola del ecosistemas
>MS-DOS, incluso en la Argentina se aplicó el modelo. La compañía
>Fotomanual S.R.L. cosechó mas U$S 80.000 desde finales de los 80s hasta
>1992 siguiendo este esquema "piramidal", trato al que sumó la propuesta
>editorial de la traducción al castellano del manual y del programa,
>junto a una revista/catálogo de aparición bimestral de temática
>shareware, la "asociación argentina de autores de programas de
>shareware", y la asociación "club del shareware".

## Otras variaciones

###Postcardware

En este caso, el programador independiente y adepto a las amistades a
distancia no solicita donaciones, simplemente un envío de una bella
tarjeta postal por correo, a la que responde con el código de registro.

Posterior al sentido altruista que buscaba compensar los problemas de
puesta en góndola, con la gran popularizacion de las redes de datos, el
concepto de Shareware fue mutando e incorporando nuevas acepciones o
descripciones de las metodologías de comercialización.

###Trialware

Bajo este concepto se afianzaban copias gratuitas de programas con
limitaciones con respecto a la versión de salida comercial, cuyo sentido
era promover el pago del donativo. Las limitaciones iban en tiempo de
uso, o bien en tiempo y forma (por lo que a veces se les apodaba
crippleware, o softwarae invalidado).

###Nagware

Las alertas de donativo o alerta de registro pasaron a considerarse
"software pordiosero", incluso en forma de sistemas operativos
completos.