Gopher
  30 de marzo de 2024
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  Me gusta gopher por un montón de razones. Primero,
  porque me ha enseñado y ayudado a comprender mejor
  la publicación electrónica y la propia informática
  que no sabía que me interesaban. Supongo que a
  otros les pasa algo semejante (Dios los hace y
  el Diablo los junta, reza un dicho):
  
  + Permisos de archivos y directorios.
  
  + Enlaces duros y simbólicos.
  
  + Comandos de edición y formato: fold o fmt, por
  ejemplo, entre los sencillos, pero también algunos
  de sed y Vim.
  
  + Comandos para copiar o transferir archivos de
  forma remota.
  
  + Navegadores de texto simple (cada vez más
  habitual en mi caso), utilísimos para recuperar
  información.
  
  + Estructura y compatibilidad de un documento
  escrito (que es una de las razones, discutibles,
  desde luego por las que prefiero no usar gemini).
  
  Y seguramente, algunos otros detalles que ahora no
  recuerdo.
  
  Pero, sobre todo, gopher me ha hecho redescubrir
  mi interés no por internet, sino por otras
  personas, por lo que saben y, también, muchas
  veces, por lo que dudan, por su desazón ante los
  pelotazos del mundo, por sus preocupaciones, por
  la fragilidad de sus certezas, tantas veces
  parecidas a las mías. 
  
  No sé si significará algo. Pero recuerdo una
  escena del ya desde su época romantizado, irreal
  *País de las sombras largas*, de Hans Ruesch, que
  relata la alegría de dos inuit ---habitantes de la
  soledad dispersa de los pueblos árticos--- al
  encontrarse. La alegría sencilla de intercambiar
  noticias, compartir el té, hablar un rato. La
  experiencia, pues, de eso que llamamos «compañia»
  (cada día más infrecuente, me parece).
  
  Pues eso mismo siento en el centímetro cuadrado de
  los protocolos gopher y gemini: compañia humana.
  Quiero decir, preocupaciones en común, intereses
  complementarios, conversaciones compartidas.
  
  Hay, por ejemplo, personas aquí a quienes siento
  que conozco e intuyo aunque sea un poco, nomás por
  leerlas de vez en vez. Disfruto esa sensación de
  ¿camaradería? No sé cómo llamarla. Pero la sentí
  también al comienzo de los dos mil, cuando leí
  blogs por primera vez, donde un montoncito de
  gente desconocida entre sí habitaba otro montón de
  pedazos dispersos de silicio, pero que unidos por
  el uso de uno o varios protocolos, no se sentía
  como una experiencia fragmentaria, sino una que
  daba la ilusión de participar en la construcción
  de una nueva oportunidad, de un mundo más justo,
  más abierto, más distinto, no sé cómo.
  
  Poco más o menos eso pasa hoy aquí. No importa (¿o
  sí?) que gopher sea algo así como un sitio
  arqueológico, como refiere szczezuja:[^1]
  
    >Gopher for me is like Teotihuacán. It had been
    >built about 90's and abandoned. Current Gopher
    >users are like Aztecs, who came and settled
    >Gophersphere probably in 2000s. And after two
    >decades, there was some hype for Gophersphere.
    >Number of Gopher holes were doubled. New people
    >came, to check what the Gopher is.
  
  La comparación no es precisa, creo, pero sí bella.
  (Los llegados de Aztlán se interesaron por aquella
  ciudad de dioses, incluso le dieron un nombre,
  pero fundaron otra, próspera y bellísima[^2]). En
  todo caso, buena parte de la internet no mediada
  por algoritmos ---digamos esa cuyos encuentros
  dependen aún del azar y el deseo de navegar, de la
  amistad o las afinidades--- se siente ya
  arqueológica.
  
  Si los nuevos habitantes de estas ciudades
  abandonadas y reencontradas haremos florecer otras
  nuevas o si solo nos guarecemos un momento para
  resistir el chaparrón del mundo, dependerá, creo,
  de si logramos construir algún sentido de
  comunidad, de símbolos y significados potentes
  como un mito fundacional (el lago, el águila y la
  serpiente de los aztecas), de aspiraciones más o
  menos comunes que resulten relevantes para
  nuestras propias vidas, que den respuesta a alguna
  necesidad compartida.
  
  Mientras tanto, los habitantes de gopher y gemini
  somos todavía esos nómadas de la novela de Ruesch,
  contentos de haber elegido una ruta que propició
  el encuentro con otros semejantes. Intercambiamos
  pensamientos, ideas, noticias, alimento. Y nos
  vemos perdernos en la distancia, murmurando adiós,
  hasta la próxima..., tal vez.
  
  [^1]: gopher://sdf.org/0/users/szczezuja/novice/2021-06-30-Gopher-novice-part-iii.txt
  
  [^2]: https://tenochtitlan.thomaskole.nl/es.html